En mi niñes y juventud he pasado por dos guerras con sus posguerras.
La guerra civil de Finlandia terminó 1917 y el país fue declarado república independiente así que de aquella posguerra por lo menos me libré. Pero luego hemos tenido que librar dos guerras contra la Unión Soviética, primero porque nos atacó 1939, desencadenando la llamada guerra de Invierno 1939-40. El Mariscal Mannerheim logró detener la ofensiva rusa a costa de la pérdida de territorios en el sudeste de nuestro país, la parte de Karelia y el lago Ladoga. Despues La Guerra de Continuación entre 1941-44 que terminó con la Paz de Moscú y el Tratado de Paris 1947.
Finlandia sufrió grandes pérdidas territoriales y unos 400.000 finlandeses tuvieron que ser reasentados. Pero lo más importante fue que se pudo mantener la independencia. Pero tuvimos que pagar, con grandes sacrificios , durante años, una enorme indemnificación de guerra a los rusos, que nos habían atacado, en forma de productos industriales, sin recibir ninguna ayuda del Plan Marshall. TODOS absolutamente TODOS
teníamos que arrimar el hombro para pagar esa independencia y libertad, esa dura posguerra duró 20 años.
Muchos niños habían sido evacuados de la capital durante los meses más duros de la guerra. No había casi viveres en Helsinki y los bombardeos eran frecuentes y destructivos. Los recuerdos de aquellos bombardéos en el sótano antiaeréo, donde he pasado muchas noches de mi niñez, no se olvidan así como así. Estuve tambien algún tiempo en la finca de mi tio Georg (Jorge), donde además coincidí con algunos soldados presos rusos, que mi tio tenía allí trabajando en el campo. La mayoría de los hombres nuestros estaban en la frente y a la tierra había que trabajarlo, ademas había que mandar caballos a la frente . Carne de vaca y de cerdo, harina, patatas , nabos etc. a nuestros soldados. Era una situación un poco pitoresca, los soldados rusos eran presos, pero vivían y trabajaban en el campo, tenían cama y comida en vez de estar en una prisión.
Pero yo aprendí que esos soldados rusos eran hombres normales, como los nuestros y que no eran unos monstruos sino unos pobres mandados. Los malos eran los que mandaban en su pueblo, los que mandaban a atacarnos.
No tengo fotografías directas de estas vivencias, pero recuerdos desagradables y sueños de miedo, quizá por eso no me gustan las películas de guerra. Recuerdo como cambiaron las cosas en casa, interminables colas esperando poder comprar algo comestible , falta de dinero, falta de todo .......
NUESTRA INDEPENDENCIA Y LIBERTAD MERECÍA TODO EL SACRIFICO DEL MUNDO ........seguiré contando más otro día.......
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