domingo, 9 de enero de 2011

MEM. Ciudad invisible.....

  SOLO SE PUEDE SER FELIZ EL QUE SEPA SER FELIZ CON TODO...

  De pequeña soñé  con ser  jovencita, de jovencita con cumplir 18 ó 21 años y tener derechos, poder hacer lo que me da la gana......elegir YO.  Bueno hasta allí supongo que todo fue más o menos normal. Excepto que nada en mi vida  parece haber sido normal. No tengo raices, no tengo apoyo básico, no tengo espejo en la busca de mis genes. No sé quien soy. (voy a volver a este derecho mas tarde) . 
  Sigo soñando, sigo deseando, sigo buscando toda la vida. Seguramente mi vida hubiera buscado otro cauce sí hubiera tenido un padre. Un padre como "tio Georg", pero al quedarse viudo (de la tia Hjördis) propuso matrimonio a mi madre adoptiva, pero ella no estaba por el labor. A mi me hubiera gustado vivir con el, en el campo, estudiar para inginiera agrónoma( la primera mujer en Finlandia entonces) para así poder ayudarle . Tener un padre que me eschuche, me de consejos, que me guíe  y me defienda .....Eso ha sido como una sombra prepotente toda mi vida. Nesecitaba tanto esa defensa paternal. Vivir en un ambiente de respeto, comprensión y amor. El dinero no daba nada de eso.
  Ese busca de amor paternal influyó en mi elección infantil de marido. El era casi diez años mayor que yo. Yo había huido de la casa , esa casa llena de mujeres " vacías , frustadas, tontas y hipócritas". Yo no quería ser como ellas. Tenía otras ilusiones, otros valores, otros horizontes y sueños. Amar, ser amada, sin importar tanto "el status social y color" lo importante eran mis sentimientos de corazón.
  Yo había crecido en una casa llena de mujeres, no eran malas, pero no eran aptas para adoptar hijos. Yo era como un juguete, una muñeca bonita, como Shierley Temple de la época de pequeña. Una casa sin amor (sin padre) donde se organizaban fiestas, no aptas para los ojos ní oidos de una niña. El barómetro según que ellas intentaban educarme , no tenía nada que ver con la vida que llevaban, especialmente antes de la segunda guerra mundial. Perdí el respeto por ellas, tampoco existía cariño para nadie.

  Quizá, sí hubiera tenido una madre verdadera y comprensiva, un padre amoroso y protector , una vida familiar mas o menos normal, hubiera sido mejor preparada, más selectiva al enamorarme y perder mi virginidad a los 18 años. Como una hembra en celo, elegí al macho más guapo, sin conocerle muy bien, cuyos genes me llamaron a una febril emparejamiento.

  En aquella época, una srta. tenía que casarse con quien se estrenaba digamos. Por aquello para una srta. hubo mucha desilusión, desconfianza, incomprensión y desigualdad en los matrimonios.
Podría seguir escribiendo, intentando buscar explicaciones a mis fracasos. Con esa complacencia infantil, alegría y cariño que he amado, no puedo entender como el amor puede producir tantos  celos enfermizos y malos tratos?
  MATAR AL AMOR, INTEGRARLO ES UN CRIMEN, QUE NO PUEDE EXISTIR EN MI CIUDAD EXISTENCIA INVISIBLE.

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